Nací en Burgos en 1954.

El arte se respira en nuestra ciudad en todos sus
rincones y calles.

Esta circunstancia, unida a una inquietud
permanente por el mundo en el que vivo, ha despertado en mí el deseo de manifestarlo.

Mi trabajo como técnico informático y el enorme privilegio de contar con amigos artistas de diferencias tendencias, con los que colaboré, han influido y alimentado esta pasión.

Aprovechando elementos inservibles de ordenadores e impresoras, doy forma a composiciones que se integran en nuestra vida.

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          SEGUNDA VIDA PARA LOS TRASTOS

         Es difícil definir el arte. Las bellas artes, así, con el adjetivo, han gozado de definiciones más o menos acertadas, más o menos ciertas, más o menos sarcásticas o incluso absurdas. Pero cuando hablamos ahora, en el siglo XXI, tras la borrachera de vanguardias, postvanguardias, trasvanguardias...¿qué es el arte? Por eso, entre otras cosas, no se si lo que hace Carlos Humada es o no arte: lo que se es que "se da mucho arte", así, en lenguaje coloquial, para aprovechar lo que todos antes o después desechamos.

        Los usuarios de una computadora desconocemos, en general, la cantidad de "trastos" que lleva por dentro: es más, ni siquiera reparamos en lo que se ve. Es útil, y punto. Pero Carlos, cuyo trabajo profesional es de exigente convivencia con los ordenadores, conocedor de su exterior y su interior, tiene un sexto sentido para ver en cada componente su parte plástica, sus posibilidades formales, al margen de la utilidad que tienen en un sentido práctico. Por eso, cuando el aparato "muere", Carlos, cual cirujano experto en recuperar sus órganos, les de una segunda oportunidad que nada tiene que ver con su vida anterior. Si antes tenían sentido por su función, ahora lo tienen en cuanto a su forma.

        Con paciencia de amanuense y fecunda imaginación el artista-reciclador va ensamblando discos, rodillos, teclas, carcasas, pantallas, etc. en un juego a veces inverosímil de aprovechamiento. Nacen así piezas estéticamente bellas, intensamente sugerentes que son además un juego para el espectador, quien cual investigador de una nueva ciencia indaga en el origen, uso anterior y significado actual de cada parte. Hay belleza en estas creaciones, hay imaginación, hay trabajo laborioso, no solo en su esmerada ejecución: existe diseño previo.

        Desde que conocí la obra de Carlos me sentí simultáneamente fascinado y sorprendido, y me ronda una gran incógnita, pues no se si expuesta por primera vez gustará, asombrará, enfadará o incluso molestará. Ni idea. Los espectadores dirán (o se limitarán a pensar, sin decir) y en eso, precisamente en eso, lo que Carlos Humada hace se parece de verdad al arte: si nos inquieta, si nos sorprende, incluso si nos espanta. Yo, sinceramente, espero que guste. Es para ello.

           Ignacio González de Santiago - Junio 2017


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              Proporciona otra vida

             Me imagino a Carlos Humada eligiendo piezas en las madrugadas, mezclándolas en ese proceso tenso de crear nuevos objetos con otro aliento, con otro alma distinta a la que tuvieron. No le pasa a él como a Victor Frankestein, no. En su caso, proporciona nueva vida a esa materia aparentemente muerta sin desbocarse hacia lo "monstruoso" porque decide quedarse en las referencias cotidianas y cercanas, las que todos comprendemos y que también sirven para explicar el pulso de la vida.

           Cernuda decía que los juguetes son ruinas que en el tiempo se pierden cuando el niño se hace hombre. Pero no le pasa eso a los ordenadores, pantallas y teclados que Carlos transforma, no. Les proporciona otra vida que, al alejarlos del olvido y de la sombra, le emociona, nos emociona.

            Juan Carlos Pérez Manrique - Junio 2017

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                   Ideas asociadas

           No hay duda de la polifacética capacidad creativa de Carlos Humada en la generación de nuevas ideas asociadas a conceptos conocidos tan presentes en nuestras vidas como la informática. Carlos eres un genio, un artista con mayúsculas, has conseguido hacer de tu actividad profesional, una asociación creativa capaz de sorprender a todo el que contempla tus obras.

          Además del cariño que tengo por Carlos, quiero manifestar en éstas línea mi admiración
por el resultado de sus creaciones, algo único y de especial belleza visual. Gracias Carlos por esa originalidad creativa, y sobre todo por esa humanidad que transmite ese gran corazón de artista que tienes.

         Luis Manuel Morcillo - Junio 2017

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                   Transformar el desecho en arte

         Carlos Humada tiene el merito de transformar el desecho en arte. Plenamente consciente, altera el todo de su uso anterior, pero mantiene la parte, porque quiere que se grabe en la memoria colectiva.

         En definitiva, practica un arte muy personal y, por tanto, discutible.. pero siempre comprometido y original.

         Sus esculturas van moldeando formas magistrales que pueden ser percibidas, incluso, a través del viento. Crea belleza y realidad. Ojalá sus ideas encuentren eco en la sociedad burgalesa.

         Alguna de las piezas como su menina, tan tecnológica y humana, o esa mano, llamada a encontrase un día con su familia de teclas sin arte, son extraordinarias.

        Fernando López López - Junio 2017